Creo que es... la cobardía, sí, la cobardía nos lleva muchas veces a escribir en tercera persona nuestras propias historias, pero ahora no tengo ganas de escribir con demasiadas molduras, ni con adornos baratos de la estupidez que puede llegar a vender, sin velo de mala calidad escribiré lo que sigue, tratando de ser transparente como el agua a la que ansío regresar. Una mujer, más precisamente la mujer a la que me costó acostumbrarme y aceptar, yo, una tonta y a veces lúcida persona, un arrebato de locura en medio de la desesperación de un mundo que se cae a pedazos, yo, espero volver con ellos, con aquellos a los que llamo azules. Una vez, hace ya no tantos años, abrí un camino hacia adentro, y el interior era exterior, y cuando quise conocerme conocí el mundo, encontré el tesoro más hermoso que la vida me haya dado, una locura que no es locura, una cuerda floja que está prendida del mar, aferrada firmemente al recuerdo que costó ser recordado, y con cada ola se revive el sueño de volver con los seres de aquella ciudad bajo las aguas...
Mi cabeza es, por qué no decirlo, muchas veces, una licuadora a todo motor, y son tantas las situaciones que mezclo, y tantos los sentimientos, que en muchos casos termino no sabiendo nada, nuevamente en el vacío de la duda. Hoy me desperté azul, como no todos los días nos pasa, me miré al espejo y creo que el azul me sienta bien, no lo voy a cambiar en el mercado por un color que no conozca, ni blanco ni negro, azul...
L.K.F
Mi cabeza es, por qué no decirlo, muchas veces, una licuadora a todo motor, y son tantas las situaciones que mezclo, y tantos los sentimientos, que en muchos casos termino no sabiendo nada, nuevamente en el vacío de la duda. Hoy me desperté azul, como no todos los días nos pasa, me miré al espejo y creo que el azul me sienta bien, no lo voy a cambiar en el mercado por un color que no conozca, ni blanco ni negro, azul...
L.K.F